La música es una de las herramientas básicas y más poderosas para el aprendizaje, la comunicación y para el desarrollo de habilidades como la creatividad y la auto-expresión. Todo niño debería tener a su alcance la posibilidad de desarrollar su musicalidad.

Como músicos, debemos intentar dedicar una parte de nuestra actividad profesional a hacer que la música sea un poco más accesible para todos. Hay muchas maneras de lograr llevar la música más allá de los escenarios convencionales. Durante mi paso por la Guildhall School of Music and Drama en Londres conocí a mucha gente interesante que habían llevado esta idea muy lejos y estaban involucrados en todo tipo de proyectos con el fin de llevar conciertos y talleres de música creativa a colegios, guarderías, conservatorios, hospitales, cárceles, y otros espacios alternativos. Este tipo de experiencia me fascinó y me involucré en todos los proyectos que mis estudios me permitieron. Durante ese tiempo aprendí mucho trabajando con gente como Sean Gregory, Paul Griffiths y Luke Crookes. Desde entonces, he continuado participando en muchos talleres de música creativa en España y el Reino Unido. Desde 2001, he colaborado anualmente con la sala de conciertos Wigmore Hall en Londres en proyectos como Chamber Tots in the Community para niños de 3 y 4 años, con un equipo de profesionales con mucho talento liderado por Julian West y John Webb. En FIMNa El Festival Internacional de Música de Navarra, del que fui co-director durante 6 años con mi hermana Elena, dedicamos una parte integral del festival llamada FIMNa para todos a distintas actividades que intentan hacer la música más accesible a toda la comunidad que acoge al festival.